Hija amada!
Llegaste en madrugada
con regocijo pleno
mi alma te esperaba
luego de estrecho camino
el día te anunciaba!
La muerte y la tristeza,
que te rondo algún día
jamas a ti vencieron.
Tu espíritu indomable
nos declaró entereza!
Con valiente osadía
tomaste día a día,
los retos y las pruebas
que la vida traía.
Tu camino, mi niña
lleno de piedras fue escrito
con el temple del oro
demuestras a la vida
que la debilidad,
no tuvo en ti cabida
Mi valiente guerrera,
eres mi orgullo eterno
remanso de mi vida
mi sol y mi alegría!
Gloria Eugenia
26-08-2009.
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