Na/ciente
"Estamos unidos por todos los vocablos cuyo deseo somos"
Reb Veil
Como Madre he venido a nacerme de tus ojos.
Esa mirada ondahvaginal que me lleva por las cuevas donde la fascinación Mora.
me he sujetado al fórceps de tu cerebral, me he resistido ante el miedo donde lo razosímio nos lleva; cadena en el eslabón qué tan perdido; Y crucé toda suerte de frontera en la derrota, Caída me he visto envuelta en vos, en tu latido compungido, fuerte el llanto llamando al grito, esta celebración que a por Vida nos vamos avivando.
Y el Fuego del Dispare para que te quedes.
Para que te quedes construí una barca a tachas de celo, untada con betún de Judea
para resguardarla de otros naufragios. Muchas veces brazos extranjeros se acercan
con ideas para el despojo. Desestiman del tiempo mi tiempo bordado de ternura. Restauradora del primer bocado en la palabra es que vengo a Hablarte.
No sea quizá el mar de las turgencias del vocablo.
El vaho que se enuncia entre la gente escapacitada.
Ni el parásito en su sombra.
Ni el corte del girasol por la yugular del Astro Rey.
No es el tono ni el modo, ni la correctora del sospechoso inglés que te la cantó.
No es Shakespeare comprometido con la pasión. No el morbo.
No el Árbol de ceniza capitulando las hojas de no hacer del caído
la ventaja del que no leyó.
Ni la piedra al agua, ni del que arroja la primera, ni del que no arroja
sin fuerzas sin taíno.
Hablo del aire que no adistancia. Digo de la sospecha de habernos sospechado
mucho antes de la muerte, mucho antes de la vida que Obra.
Chamanismo para los dos. Haciendo trampas buenas para ese Dios.
Una manera de luchar que tenemos los Hombres.
Soñar y cuenta nueva. Irnos por el ynó para confirmarnos
Tres veces. en el Gimel donde gamal cruzó nuestro Desierto
para partirnos muy atrás de todo. Para par irnos sin rumbo ni sospecha
apartándonos sin apartarnos del deseo.
Debe haber una manera de traspasar al hueso fosfordecente.
Sumergirnos en el fosco. Raspar de la verdad la verdad verdadera.
Digo contactar con esta sensación no reconocida.
La que nos habla desde el embrión del mismo Silencio.
Ese cerrar los ojos que nos devuelve.
De la dualidad del re/flujo darnos a Luz.
Fanny G Jaretón
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