sábado, 12 de septiembre de 2009

A MI HERMANO

Todo en él fue fugaz y repentino

como el vuelo de un pájaro silente

que en pleno cielo ni mudarse siente

la buena ruta que impidió el destino.


Vino el invierno y con la muerte vino

el silencio total. Quedó pendiente

lo que nunca se dijo, lo corriente

que debió haberse dicho en el camino.


Así la vida que con tanto celo

a la muerte custodia y siempre avanza

puso en tu boca inexpugnable velo.


Y ahora que el silencio es tu labranza

hermano que no estás, yo te interpelo

a que vuelvas vestido de añoranza.



Long Ohni

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