martes, 19 de febrero de 2008

Para: Liliana Varela

En Argentina una niña
que Liliana se llamaba,
me dijo que suspiraba
por los vinos de mi viña.

No es extraño que así sea
pues con el tinto en la boca,
su alegre risa provoca
y con pasión saborea,
las mieles que da mi boca.

Si al rimar ves que me paso
por expresar emociones,
a ti te pido perdones
y a los demás, ningún caso.

En trece líneas pensaba
el terminar este verso,
pero seria perverso
que el mal fario, te aportara.

Emilio Medina M.

Para: Migdalia Beatriz Mansilla Rojas

Si va pesada
querida amiga
serán la nueces
o las almendras
pero en la cancha
y escuchen bien
que la Migdalia
arquera de las geniales es
no hay pelota
que venza el arco
cuando la para
de un pechazo
y con su risa
gran privilegio
la muchedumbre grita
QUE HAY MIGDALIA
PA´MUCHO TIEMPO

Elisabet Cincotta

lunes, 18 de febrero de 2008

A Delmira Agustini


"Yo nací con un verso clavado en el costado

por cuya herida mana mi sangre enfebrecida"

Susana March



Ya jugada, la noche se congeló en el misterio

dejándote varada en la realidad.

No bastaron tus manos salpicadas de poesía

ni tus ojos insomnes ni tu boca indómita

-ni tu sensualidad toda-

para detener a la muerte,

ni tan siquiera

para impedir que la mano envuelta en llanto apretara el gatillo,

que la bala rasgara la pasión de tu carne,

que se desparramara tu vida

en un rojo fluir de versos.



Patricia Ortiz

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"no comparo / simplemente doy mi fruto / y espero / la semilla más humilde / puede brotar el fuego o la hermosura." Roberto Santoro.

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domingo, 10 de febrero de 2008

Oscar N. Galante

Oscar Galante
el que rima hasta el aire
poeta grande

Liliana Varela

Liliana V. y Juan S.

Lili escribe
sus haikus primorosos
y me regodeo.

Juan elegante
lanza hoy en su pluma
lo mas sublime.

Oscar N. Galante.

lunes, 4 de febrero de 2008

Para Blanca Barojiana

Blanca, Diosa de Diosas, Reina Blanca,
la que escribe los cuentos más calientes,
la que nos ha convertido en sus Sirvientes,
la que todas las penas nos arranca.


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Con salvajes relinchos de potranca,
Reina de Diosas, gente entre las gentes,
como ola de mar en las rompientes,
renuevas toda agua que se estanca.


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Tú, Blanca, Reina y Cris, la otra Diosa,
las dos Sacerdotizas de mi anhelo
que "colorean el alma de la rosa".


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Las dos, en esta lista que es un cielo,
son luna, sol, estrella, cualquier cosa
que nos saque del negro desconsuelo.


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Jorge Luis Estrella