Alcé mis manos al cielo,
evocando una oración,
hice de alma ese clamor
pidiendo un ángel al cielo.
Pedía que fuese bueno,
que su oído fuese atento,
que me acogiera en sus brazos
cuando el vaivén de la vida
empañase, la alegría.
Que tuviese frases dulces,
que reprendiera con besos.
Que jamas diera la espalda
a causa de mis tropiezos.
!Dios me oyó... me complació!
un ángel con alas blancas
muy preciso y muy hermoso
hasta mi vida llego.
He comprendido que es buena,
es tan buena, como el pan,
posee muchas virtudes,
su existencia es un manjar.
Los momentos más hermosos,
a su lado yo he pasado
compartimos , nos reímos,
jugueteamos como niñas,
y muchas veces lloramos.
No tiene limitaciones,
su horario siempre esta abierto,
tan dispuesta esta a escucharme
socorrerme, si le clamo,
si hay congojas en el pecho.
Dios le dio un gran corazón,
que acoge muchos dolientes.
somos muy afortunados,
de su abrazo, tan consciente.
Hoy me siento, tan contenta.
muy feliz y esperanzada.
Ella ha sido como mi hada
su gentil nombre es ! Lucrecia!
Gloria Eugenia Lemus
03/10/09
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