A Liliana Varela
Aburrido estaba en mi garaje
en cable del ratón, muy distraído
y un chistar muy agradable, que he oído
ha mostrado de Liliana su mensaje.
Me invita a pasarme por Muestrario
para ver a las personas que allí habitan,
disfruto de sus mil glorias escritas
empleando su mejor vocabulario.
Han pasado…¡que se yo!, algunos meses,
y a Liliana, los tejos la he tirado,
es mi norma, al llegar "ver el mercado",
y mostrar mi sonrisa a las mujeres.
En diciembre, llegando el diez y seis
- al piar, me lo ha dicho un pajarito-,
que la dama, se cumple nuevo añito,
y ya llega a treinta y cinco o treinta y seis.
¡ Alegre, dulce, risueña…!;
hace a Liliana mi amiga
y, eso señora, me obliga,
a tenerte por mi dueña.
Espero verte cumplir
muchos mas, es conveniente
y, contigo sonreír
con tus risas y mi suerte.
Emilio Medina M
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