viernes, 17 de diciembre de 2010
PARA LILIANA
Lili:
Tú eres rayo y fulgor, y tu presencia
es alegre como sol en invierno,
heroica como sangre exuberante,
savia de Gea latiendo por tu mente.
Tú vienes de lo alto señalada
por el dedo infinito de la luz,
la fuerza que te crea te rebasa,
y es tan intensa que te nos regalas:
destino realizado en darte plena.
Tú corres, corres, corres, te detienes
-acaso en un momento palpitante-,
sonríes y reinicias tu carrera:
potro salvaje de lo eterno eres.
Tú corres, corres, corres, nos empujas
-cometa desatado, ¿nunca duermes?-,
y corre el tiempo por entre tu risa,
y nos salpicas de vida anhelante
en tu imparable ansia de pureza.
Blanca Barojiana
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