miércoles, 18 de marzo de 2009

VIOLETA PARRA





A nosotros. Latinoamericanos peregrinos aquí en este costado del Danubio y de Europa Central nos despertó esta mañana un aroma a violetas y parras, Violeta Parra; nos despertó Atahualpa con los Ejes de su Carreta, la Chabuca Granda con la Flor de la Canela; nos despertó Mercedes Sosa, Amparo Ochoa, y Victor Jara.

Nos despertó América Morena con sus dolores y alegrías, sus lágrimas y carcajadas, sus derrotas y amaneceres, el son de sus guitarras, Violeta Parra; la madre, la abuela, la poetisa, la folklorista popular; la enamorada de pasiones incendiarias, la creadora gentil, la sobrecargada de pasiones de amores; amor; la mujer sacudida y arrebatada necesitada del papiro, de la arcílla, la pluma y la guitarra para estampar los huracanes que la agitaron, las célebres y angustiosas cartas de amor donde como un cuenco derramó lo mas íntimo y delicado de su sensibilidad.
Nosotros saludamos a Violeta Parra, Atahualpa, Chabuca Granda,Mercedes Sosa, Amparo Ochoa, y Victor Jara; nombres mágicos, corazones, manos y voces que desde otras latitudes fueron sorteando innumerables obstáculos, cada uno de los cuales tienen el sello de sus personalidades; audacia, realismo, amor, tolerancia y vigor, manteniendo siempre y en primer lugar su preucupación por la cultura del pueblo.
Nosotros latinoamericanos peregrinos aquí en este costado del Danubio y de Europa Central en emocionado homenaje decimos: GRACIAS A LA VIDA


Gracias a la vida
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.











Mujer

Manuel Ramos Martínez

No hay comentarios: