Muestrariana gente,
mientras voy por el aire
en mi trineo tirado por los renos
me hago un momento para pensar en ustedes
y regodearme en mi pensamiento
de tanto bello ser que,
habitando diversas latitudes,
conforman un todo esplendoroso.
Vaya para cada uno el regalo
de mi afecto más profundo,
los besos de labios que casi no se ven
ocultos detrás de mi profusa barba blanca,
afecto convertido en poema
mientras la brisa del mediodía acaricia
mi rojo gorro de blanco pompón.
El sábado 20 anduve por la calle Medrano
en una inolvidable presentación de libros
y mi corazón navideño casi explota de alegría.
Debo decirle, queridos Muestrarianos,
que mi regalo de Nochebuena
es sólo una humilde migaja
comparado con el regalo inmenso
de creatividad y afecto
que ustedes me regalan todo el año.
Jo jo jo.
Papá Noel
Jorge Luis Estrella
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