Liliana, océano de risas,
de creatividad, de empuje,
de solidaridad, de ideas,
de cariño.
Conste en acta
que las risas van primero.
Liliana,
la de los claros poemas oscuros,
la de los epígrafes suyos y ajenos,
la amiga que, incontenible,
siempre está al borde de nuestros sueños.
Liliana, feliz cumpleños,
que, ¡cómo no va a ser feliz
con todos los que te queremos!
En cambio a María no la quiere nadie.
Liliana,
sagitariana como mi mujer,
como yo y como todos los sabios
que en el mundo han sido
y son.
Querida Liliana,
un beso enorme en este día
te mando virtual
pero muy cálido y sabroso,
un beso hecho poema,
surgido en las entrañas
del más rotundo afecto.
Jorge Luis Estrella
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