Dedicado a Betty, mi amiga-mi hermana,
en estos crueles momentos que la
vida nos pone enfrente.
Seré la pared
el muro donde volcar tus penas
si lo necesitas,
el dique que gustoso
ofrecerá su contención
-el infinito hombro
(como tu lo hiciste conmigo).
Pelearemos juntas
codo a codo:
sin despegar la vida
que entre nosotras brota.
Aunque tu lucha sea mayor que la mía
cargaré tus armas
tu cansancio
tu desanimo
tu temor,
en los flecos de mi risa
en el optimismo ingenuo
de la impotencia amiga.
Vamos…
el camino es largo y lleno de espinas:
hallaremos la rosa
al final de la ruta si estamos unidas.
Liliana Varela 2009
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